Una medida provisional en fase final de preparación por parte del Gobierno para gravar las apuestas deportivas en línea exigirá que las empresas responsables de estos juegos tengan sede en Brasil, según informó el Ministerio de Hacienda a Reuters, y creará mecanismos de supervisión para frenar el fraude y la manipulación de los resultados de los partidos.
El texto será enviado a la Casa Civil para su análisis antes de su publicación. Después de su entrada en vigor, el Gobierno emitirá ordenanzas y otros actos infralegales para perfeccionar la normativa y hacerla efectiva.
"La reglamentación exigirá que las empresas de apuestas tengan sede en Brasil -ya que hoy están localizadas en el exterior-, mejorando la fiscalización, la recaudación y el diálogo con los agentes que actúan en el sector", dijo el ministerio en un comunicado.
Los cálculos del ministerio aún no se han cerrado, y las estimaciones del impacto de la medida oscilan entre los 2.000 y los 8.000 millones de reales al año de aumento de las cuentas públicas, según dos fuentes del ministerio.
El ministerio no ha informado qué tipo de impuesto se aplicará ni cuáles serán las tasas. La administración del expresidente Jair Bolsonaro llegó a aprobar una ley que disponía la recaudación de la contribución social sobre estos juegos, pero el nuevo Gobierno argumenta que la tributación nunca llegó a realizarse.
"La falta de regulación y recaudación de tasas también significó que Brasil no estructurara y mantuviera una red de monitoreo de comportamientos sospechosos, con penalización de los responsables", agregó el ministerio, anotando que esto ha protegido la integridad deportiva de situaciones como intentos de manipulación de los resultados de los partidos .
En las llamadas apuestas de cuota fija, el apostante intenta predecir los resultados de los acontecimientos deportivos, como el marcador, el número de tarjetas amarillas y rojas, los goleadores y las sustituciones de jugadores. Al apostar, la persona ya sabe cuánto puede ganar si acierta, mediante la aplicación de un multiplicador de la cantidad apostada.
La actividad está contemplada por la ley desde 2018, pero, según Hacienda, la falta de regulación sobre cómo debe aplicarse la ley ha convertido al sector en una actividad sin normas que cumplir y sin fiscalidad.
En los últimos años, estas empresas han crecido en popularidad en Brasil, haciéndose incluso con contratos de patrocinio de clubes deportivos.
Cristiano Maschio, CEO de Qesh, empresa que atiende al sector del juego online, afirma que las apuestas deportivas han ido creciendo anualmente y se espera que muevan 12.000 millones de reales en 2023, con un número de personas que acceden a estos sitios de apuestas en Brasil superior a los 36 millones.
De acuerdo con el Tesoro, el ministerio modificará la ley y llenará los vacíos para este detalle de las normas, con normas para la tributación, la supervisión de los deportes y la integridad financiera de las apuestas y las sanciones en caso de irregularidades.
"Sin regulación, el Gobierno federal se vio impedido de recaudar los impuestos y tasas que gravan esta actividad", dijo el ministerio. "El ministerio también pretende impedir que las apuestas se utilicen como medio para blanquear dinero".
Según una fuente del ministerio, los miembros de la carpeta ya han discutido el asunto con representantes de la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol), el COB (Comité Olímpico Brasileño), el Banco Central, la Policía Federal y el Ministerio Público. reuters